El relieve de la Francia metropolitana se caracteriza por la «S francesa», que parte del sur de los Vosgos, desciende por el valle del Ródano y se dirige hacia el oeste por el sur del Macizo Central y el norte de los Pirineos.
Las montañas que alcanzan mayor altitud son los Alpes y los Pirineos. Más suave es la altura en el Macizo Central, cimas antiguas y redondeadas. En la frontera con Alemania están Los Vosgos y Las Ardenas. Al norte de los Alpes se encuentra el Jura, cubierta de pastos y con una altura que no supera los 800 msnm.
Al noroeste de esta línea se encuentra la zona herciniana que data de la era primaria y secundaria, al sureste se encuentra la zona alpina que data de la era Terciaria y Cuaternaria. Esta línea es también una frontera altimétrica: la zona herciniana muestra las laderas redondeadas mientras que la zona alpina es más abrupta; y es una línea divisoria de aguas: al oeste, los ríos fluyen hacia el Atlántico, al este, fluyen hacia el Mediterráneo. El oeste tiene una influencia oceánica, mientras que al este experimenta una influencia mediterránea que se atenúa llegando al Jura.
Los puntos extremos de elevación son el delta del río Ródano, las Bocas del Ródano, que está 2 metros bajo el nivel del mar; el punto más alto es el Mont Blanc, con 4.807 msnm. Para comprobar los posibles efectos del cambio climático sobre la capa de hielo y nieve del Mont Blanc, su superficie y cumbre han sido medidos extensa y periódicamente en años recientes; estas nuevas medidas del pico han superado la altura de 4.807 m y han variado entre 4.808 m y 4.811 m; la cumbre auténtica, de roca, es de 4.792 m y queda a 40 m de la cumbre cubierta de hielo.